viernes, 30 de agosto de 2013

La obediencia ciega a las normas

Algunos comportamientos humanos más despreciables de que se tenga conocimiento tuvieron como pretexto la obediencia a órdenes superiores: los nazis ejecutaron a seis millones de judíos y asesinaron y maltrataron a varios otros millones de ellos porque así lo mandaba la “ley”.

Lo oyes todos los días. No pienses, obedece los reglamentos, incluso si son absurdos.
Tu destino será vivir una vida de servidumbre emocional si tienes que acatar las leyes y reglas todo el tiempo. Lo importante es determinar por ti mismo cuáles son las normas que funcionan y cuáles pueden romperse sin perjudicar a los demás ni a ti mismo.

La ley está para servirte a ti, y no para hacer de ti un sirviente.

Los reglamentos tontos no desaparecerán jamás, pero tú no tienes forzosamente que ser parte de ellos. No armes un lío, ya que atraerás la ira de los demás y te crearás obstáculos. Simplemente toma tus propias decisiones mientras los otros siguen las ovejas del rebaño.

Todo progreso implica una oposición violenta, pues es un insulto a los viejos reglamentos que ya no tienen vigencia.


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Para saber más sobre este tema, sigue leyendo en Tus Zonas Erróneas.

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